Barcelona, 7 feb (EFE).- La defensa del futbolista brasileño Dani Alves ha mantenido en el trámite final del juicio por agresión sexual su petición de absolución, aunque ha planteado como alternativa una condena de un año de cárcel -el período que lleva en prisión preventiva- y 50.000 euros de indemnización.. En la Audiencia de Barcelona ha quedado este miércoles visto para sentencia el juicio contra Alves, en el que la Fiscalía ha ratificado su petición de nueve años de cárcel para el futbolista, que la acusación particular eleva a doce, en ambos casos con 150.000 euros de indemnización.. La defensa ha planteado como alternativa a la absolución una pena subsidiaria de un año de cárcel, resultado de aplicar la eximente incompleta de embriaguez, así como las atenuantes de reparación del daño y vulneración de derechos fundamentales por la supuesta parcialidad del proceso judicial.. En su informe, la fiscal Elisabeth Jiménez ha concluido que el relato de la víctima es “absolutamente creíble”, lo que contrasta con las “contradicciones” de Alves, que ha ofrecido una “batería de versiones” y ha demostrado en el proceso que se siente “totalmente impune”, pese a las “lagunas” en sus explicaciones.. Ha recordado que la víctima explicó que accedió voluntariamente al baño del reservado de la discoteca Sutton al que la invitó Alves y que se sentía culpable por ello, ya que eso es un “sentimiento habitual” en las víctimas de violencia machista.. Ha insistido en que la denunciante, pese a estar “devastada”, ha hecho un “esfuerzo terrible” para explicar lo ocurrido y dejar claro que ya desde “primer momento dijo que quería salir de ahí”. “Fue muy valiente a lo largo del procedimiento, es una mujer muy fuerte”, ha destacado.. Si la chica quiso besar a Alves y posteriormente, en algún momento dijo “hasta aquí”, es “hasta aquí”, ha exclamado la fiscal, que ha denunciado que al futbolista le dieron igual las “súplicas” de la chica y la violó con violencia.. Y si Alves tuvo que utilizar la fuerza, agarrando a la víctima, tirándole del pelo y dándole bofetones, según la fiscal, no puede alegar que fue una relación consentida. “No pudo confundirse, es imposible, si tienes que hacer fuerza, es imposible que te confundas”, ha remarcado.. Asimismo, ha cuestionado por qué si las relaciones sexuales fueron consentidas, Alves, en vez llevar a la víctima a la suite exclusiva de su zona reservada con sofás -que conocía porque era cliente habitual del local-, optó por acudir al “aseo asqueroso de una discoteca”.. Sobre lo ocurrido dentro del aseo, ha insistido en que la víctima sufrió una situación de “terror”, hasta el punto de que se bloqueó y se dejó ir, queriendo que aquello se terminara “como fuera”, ya que se ahogaba: “Hizo lo que pudo”.. “Su relato es persistente, totalmente creíble y duro”, ha enfatizado la fiscal, que ha asegurado que muchas mujeres se han sentido “incómodas” en una sala de baile y no se han ido del lugar. “Pero en este caso no acaba ahí, en una anécdota con un señor baboso, sino con una agresión sexual”, ha apuntado.. También Ester García, abogada de la acusación particular, ha destacado la credibilidad de la víctima por la “persistencia” del relato que ha mantenido durante todo el procedimiento, frente a los vaivenes en la declaración de Alves.. Asimismo, ha rebatido la estrategia de la defensa, centrada en minar la credibilidad de la víctima con el argumento de que antes de entrar al baño estuvo coqueteando con Alves, en un alegato en el que ha invocado la ley del “solo sí es sí”, centrada en el consentimiento como eje de los delitos de agresión sexual.. “Me da igual que mi representante perreara, cuando entró en el baño dijo que no. Y no es no”, ha argumentado la letrada, que ha recordado que ya no es necesaria una “violencia inusitada” ni acreditar la resistencia de la víctima para dar por probada una agresión sexual: “ya no estamos en ese debate”.. Para la abogada, no es aceptable la eximente que alega la defensa del futbolista, cuando las propias psicólogas designadas por Alves han afirmado hoy que pese a haber bebido el futbolista sabía lo que hacía.. Al igual que la Fiscalía, también ha rechazado la atenuante de reparación del daño que plantea la defensa, cuando los 150.000 euros pagados por Alves fueron una “obligación” impuesta por la jueza como fianza, y ha criticado dada la actitud del deportista durante la instrucción, en la que llegó a afirmar en una entrevista que “perdonaba” a la víctima.. Y considera Ester García que tampoco se sostiene la atenuante de vulneración de derechos fundamentales: “no ha habido falta de neutralidad por parte del sistema judicial en absoluto, lo que el acusado está buscando son privilegios”.. Por su parte, la abogada de Alves, Inés Guardiola, ha dedicado sus informes finales a tratar de desacreditar el relato de la víctima y sus dos amigas, para lo que se ha remitido a las grabaciones de los momentos previos a que el futbolista y la denunciante entraran en el baño.. Para la letrada, “no hubo una situación de terror ambiental” en el reservado, sino todo lo contrario: la denunciante “no solo rehúsa ninguna actitud cariñosa con Alves, sino que la devuelve”.. En ese sentido, tras precisar que no es su intención juzgar a la denunciante, Guardiola ha emplazado al tribunal a analizar el comportamiento que tuvo antes de entrar en el baño, porque de él “Alves solo pudo inferir que había prestado su consentimiento”.. En ese sentido, ha apuntado a que la víctima pudo acabar denunciando a Alves por agresión sexual tras “sentirse avergonzada por haberse desinhibido sexualmente”.. “No claudiquen ante la presión social y mediática que desde el primer día ha contaminado estos hechos. Sean valientes y apliquen de manera estricta los principios del derecho penal”, ha apelado la letrada, que cree que los cambios sociales de los últimos años en materia de libertad sexual “no pueden justificar la vulneración de otros derechos fundamentales”.. Barcelona, 7 feb (EFE).- Los forenses que atendieron a la joven que denunció por agresión sexual al futbolista Dani Alves no tuvieron “ninguna sospecha” en sus exploraciones psicológicas de que simulara o exagerara sus síntomas y concluyeron que sufría un trastorno postraumático.. Así lo han sostenido los forenses que han comparecido en la tercera sesión del juicio en la Audiencia de Barcelona en el que Alves afronta una petición fiscal de nueve años de cárcel, que la acusación particular eleva a doce, acusado de violar a la joven en la discoteca Sutton de Barcelona la noche del 30 de diciembre de 2022.. La psiquiatra que atendió a la víctima tras los hechos ha subrayado ante el tribunal que no tiene “ninguna sospecha” de que la chica estuviese simulando o que exagerara su sintomatología, ya que lo habrían detectado en los cuestionarios que le hicieron.. Por el contrario, ha subrayado que el examen psicológico que le hicieron apuntaba a un cuadro por trastorno postraumático, que era coherente con lo que la chica explicó en el momento de la entrevista y había referido previamente a los médicos forenses, en relación con la agresión sexual.. En este sentido, han explicado que las pruebas que hacen en estos casos tienen mecanismos para detectar “inconsistencias, infrecuencias o distorsión de la imagen” por parte de los pacientes, para saber si esconden información o pretenden dar una imagen que no se corresponda con la realidad.. En el caso de la víctima, los resultados de las pruebas no dejaron espacio a la duda, ya que descartaron que simulara síntomas, según los forenses.. Además, han indicado que, aunque la joven no presentara lesiones vaginales, ello no descarta que fuese violada, dado que no todas las agresiones sexuales provocan daños físicos en las víctimas.. Por su parte, los peritos aportados por la defensa han intentado desacreditar estas conclusiones y han denunciado que no les dejaron hacer una exploración completa de la víctima, que no debía tener una afectación tan grave teniendo en cuenta la medicación que se le recetó y que es poco habitual que una víctima de violación no presente daños vaginales.. Sin embargo, los forenses han insistido en que la víctima explicaba las cosas de forma coherente, ya que mantuvo un relato de lo ocurrido “más o menos ordenado”, pese a que estaba en “shock” y “fragilidad emocional”, teniendo en cuenta que la memoria postraumática “puede ser fragmentada”.. Una de las psicólogas que ha comparecido como perito de la defensa ha denunciado que en la primera exploración psicológica discrepó de la forma en que abordó la situación la especialista del Instituto de Medicina Legal y Forense y que no le autorizaron a hacer una segunda exploración.. Asimismo, los forenses han explicado que es habitual que las víctimas de violaciones tengan sentimiento de culpa “por una cosa que no han generado”.. También han subrayado que no es extraño que una persona con un estado emocional alterado no tome la medicación porque en casos de sintomatología postraumática a veces tienen la sensación de que pierden el control de su vida y de sus emociones, porque han sufrido un “shock” que “desconfigura” muchos aspectos de su vida.. Barcelona, 7 feb. (EFE).- Dos psicólogas designadas por la defensa del exjugador del Barça Dani Alves para acreditar que la noche de Sutton iba ebrio han sostenido hoy que el futbolista tenía las capacidades cognitivas “levemente afectadas”, pero “distinguía el bien y el mal y sabía lo que estaba sucediendo”.. Las dos psicólogas han expuesto ante la Audiencia de Barcelona las conclusiones del informe pericial que les encargó la defensa para determinar si el futbolista estaba borracho la noche en que fue acusado de violación, con el análisis de los tiques de las consumiciones y de las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad de la discoteca Sutton.. Según las peritos, de esos tiques de consumición, que la defensa les entregó el mes pasado, Alves tomó con sus tres amigos cinco botellas de vino y una de whisky, posteriormente un gin tonic él solo y, ya en Sutton, pudo beberse también seis copas de champán que aparecen en la grabación de las cámaras de seguridad.. Estos datos, unidos a una de las imágenes grabadas en Sutton en las que el jugador “parece que se caiga”, hacen pensar a las psicólogas que el futbolista podía estar sufriendo una “intoxicación alcohólica” que le provocaba una “afectación importante a sus capacidades volitivas”.. Esta prueba pericial, con la que la defensa de Alves pretende acreditar que el futbolista iba ebrio para beneficiarse de una atenuante, se ha girado no obstante en su contra a preguntas de Ester García, la abogada de la acusación particular ejercida de la víctima, sobre el alcance de esa supuesta intoxicación alcohólica en la consciencia del procesado.. En ese sentido, las peritos han reconocido que el consumo de alcohol que se deduce de los tiques de consumición y de las imágenes de Sutton pudo afectar “levemente” las capacidades cognitiva del procesado, pero que “distinguía el bien y el mal, sabía lo que estaba sucediendo”.. Por otra parte, las psicólogas, que han llevado a cabo un estudio de la personalidad del acusado a lo largo de varias entrevistas, han apuntado además que de su biografía, relaciones familiares y personales no se desprende ningún factor que apunte a una persona “con tendencia a la impulsividad y la agresividad”.. “Es muy poco probable que una persona con su personalidad cometa una agresión sexual”, han mantenido.. Temas Relacionados. EFE