“Se ve que todavía hay piel, restos de carne humana”, fueron las palabras de una integrante del colectivo Guerrero Buscadores de Jalisco luego de que este domingo fueran hallados dos hornos artesanales clandestinos y siete fosas con más de 30 bolsas repletas de restos humanos.
El hallazgo se hizo la tarde del domingo 24 de marzo luego de una llamada anónima que llevó al colectivo de buscadores a un domicilio en la calle La Piedrera, en El Salto, Guadalajara.
“Estamos muy consternados, muy nerviosos, el día de hoy son como de esos días que nos llega el alma, el hallazgo de hoy fue muy fuerte, muy delicado, ya que se trata de dos hornos artesanales clandestinos donde se ve todavía que hay piel, restos de carne humana, y aun costado montículos de huesos calcinados”, dijo una de las integrantes del grupo a los medios de comunicación.
En el terreno ubicado en la privada La Peñita, en el cruce con La Piedrera, los dos hornos fueron hechos de la siguiente forma: había unos hoyos redondos cavados en la tierra, éstos estaban cubiertos con ladrillos, como en forma de pozos.
En tanto, a un costado había hoyos en donde se veían diversas bolsas, todas atacas con cintas plateadas, en donde había diversos restos humanos. Hasta el momento se desconoce de cuántas personas se trata, así como el sexo de éstos. También fueron halladas botellas de ácido industrial, usado para disolver cuerpos.
Cabe apuntar que hasta las 2:20 horas de este lunes 25 de marzo la Fiscalía General del Estado de Jalisco (FGE) no había dado a conocer información alguna sobre la apertura de una investigación.
Fue pasadas las 20:00 horas del domingo cuando elementos de la Guardia Nacional y de la Fiscalía de Jalisco arribaron al lugar para tomar control del sitio y comenzar las diligencias.
Cabe apuntar que el predio mide aproximadamente 25X30 metros; tiene dos pisos y uno de los cuartos del segundo piso tiene vista hacia la calle. Por fuera, las calles eran de terracería o empedrado, muy alejado de la urbe. Cabe apuntar que muchas de esas bodegas son usadas como talleres o bodegas.
Se trata del octavo hallazgo realizado en lo que va del año por el colectivo, en donde al menos seis de ellos fueron en el fraccionamiento Villa fontana Aqua, en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga.
En comparación con los anteriores hallazgos, este podría ser el más grande que el colectivo haya encontrado en su historia, pues el terreno es amplio y en cada rincón que lograron inspeccionar con sus herramientas percibieron aromas fétidos que serían indicadores de que hay más cuerpos que los encontrados este día.
En México, el número de personas desaparecidas se acerca a las 100 mil, según anunció el gobierno hace unos días, mientras que según las cifras oficiales se logró localizar a unas 20 mil desde agosto del pasado año.
La revelación fue hecha pública por Luisa María Alcalde, secretaria de Gobernación, quien especificó que la cifra exacta de desaparecidos se sitúa en 99 mil 729. Esta situación posiciona a México en una crisis humanitaria que ha generado críticas tanto de colectivos de búsqueda como de la oposición, quienes acusan al gobierno de minimizar la magnitud del problema.
La propia Alcalde detalló que, del total de personas encontradas desde agosto de 2023 hasta el 15 de marzo de este año, el 86% no había sido víctima de delito alguno, clasificándolas en su mayoría como “ausencias voluntarias”. La información revelada proviene directamente de la administración actual, encabezada por López Obrador, quien ha estado bajo el escrutinio de distintos sectores de la sociedad.
A pesar de los esfuerzos del gobierno por localizar a los desaparecidos, varios colectivos y familias continúan su búsqueda en terrenos difíciles, algunos de ellos enfrentando peligros mortales. Un caso emblemático es el de Ceci Flores, líder de un grupo de madres buscadoras en el estado de Sonora, quien exigió al presidente hacerse cargo de la responsabilidad gubernamental en la localización de los desaparecidos, incluidos sus dos hijos. Este tipo de testimonios subraya la desesperación y el compromiso de las familias afectadas.
El registro nacional de personas desaparecidas, que abarca casos desde 1962, muestra una significativa acumulación desde 2006, coincidiendo con el inicio de una controvertida estrategia militar contra el narcotráfico implementada por el entonces presidente Felipe Calderón. A esto se suma la alarmante cifra de más de 450 mil homicidios desde diciembre de 2006, vinculados en su mayoría a la violencia criminal.