Skip to content

Según la Academia Argentina de Letras y la RAE, el ministro Luis Petri tiene razón

Según la Academia Argentina de Letras y la RAE, el ministro Luis Petri tiene razón

El Ministerio de Defensa, a cargo de Luis Petri, prohibió el uso del lenguaje inclusivo en las Fuerzas Armadas y en todas las áreas que dependen de ese organismo. La resolución se publicó el viernes pasado en el Boletín Oficial. “La persona que incumpliera con las reglas de comportamiento será pasible de incurrir en responsabilidad en sus respectivos ámbitos”, remarca el documento. La iniciativa se dio en simultáneo con otras medidas tan concretas como simbólicas, como el anuncio del cierre del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) y el retiro del busto del expresidente Néstor Kirchner del Salón de las Provincias en el Senado.

La resolución caracteriza el lenguaje inclusivo como una “desviación o desnaturalización del castellano” y señala que uso incorrecto del idioma “puede afectar el desarrollo de las operaciones y generar confusión”.

El presidente Javier Milei difundió la noticia en su cuenta de X. “Se dijo en campaña que esta estupidez se terminaba. No más lenguaje inclusivo en las FFAA. Basta de ‘generala’, ‘sargenta’, ‘soldada’ o ‘caba’. Fin del Comunicado”. Escritores, historiadores y lingüistas indicaron que los ejemplos dados por el presidente -la feminización de “sustantivos de profesión”- no formaban parte del repertorio del “lenguaje inclusivo”.

Se dijo en campaña que esta estupidez se terminaba. No más lenguaje inclusivo en las FFAA. Basta de “generala”, “sargenta”, “soldada” o “caba” .

Fin del Comunicado pic.twitter.com/riRV9II7gs

— Javier Milei (@JMileiElecto) February 25, 2024

Según destaca la resolución, que fue objeto de burlas e ironías en redes, la medida tuvo en cuenta la Constitución Nacional, la ley 23.554 de Defensa Nacional, el Diccionario para la Acción Militar Conjunta, el Glosario de definiciones y abreviaturas para comunicaciones del Comité Superior de Normalización del Ministerio de Defensa, los reglamentos que norman las comunicaciones en las Fuerzas Armadas, el Reglamento de Terminología Castrense de Uso en el Ejército Argentino, el Diccionario de terminología militar para la Armada, el Reglamento para la Escritura y Correspondencia de la Fuerza Aérea y el Diccionario de la Fuerza Aérea.

Leo esta prohibición y no sé a qué se refiere. “Soldada”, “generala” no es “lenguaje inclusivo”. Pero, más allá de esto, ¿van a prohibir, en la misma línea, también “abogada”, “profesora”, “médica”? Con “presidenta” usaban el argumento ridículo del participio. ¿Acá? @luispetri pic.twitter.com/AMQQ07WjI0

— Karina Galperin (@kgalperin) February 25, 2024

Respecto del lenguaje inclusivo, se cita un trabajo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde se indica que “es importante no confundir el género gramatical (categoría que se aplica a las palabras), el género como constructo sociocultural (roles, comportamientos, actividades y atributos que una sociedad determinada en una época determinada considera apropiados para los seres humanos de cada sexo) y el sexo biológico (rasgo biológico propio de los seres vivos)”.

Akchually, generala y sargenta no son lenguaje inclusivo, pero anda a explicarle la diferencia al señor ministro doctor Petri

— estudiante crónica 🧡 (@ugemitch) February 25, 2024

También incluye el dictamen de la Academia Argentina de Letras (AAL). “Una lengua, un cuerpo lingüístico, no puede inventarse o reinventarse conscientemente de la noche a la mañana. No pueden reemplazarse las letras a y o, que diferencian el género, con la arroba, el asterisco, la e o la x porque se tiene la voluntad de hacerlo en contra del androcentrismo o de reflejar con ello una realidad sociopolítica. Esa sustitución es ajena a la Morfología del español e innecesaria, pues el masculino genérico o masculino gramatical ya es inclusivo, ya cumple esa función como término no marcado de la oposición de género”.

Luis Petri, prohibió el viernes el uso de terminologías como “generala”, “sargenta”, “soldada” o “caba, así como el uso de estructuras neutras o no binarias.
No se trata sólo de las letras a, e, x. Es un proceso fascista que nos retrotrae décadas

— Carlos Rozanski (@CarlosRozanski) February 26, 2024

Y se apoya, además, en la Real Academia Española (RAE). “Los nombres terminados en ‘-l’ suelen funcionar como comunes en cuanto al género (’el/la corresponsal’, ‘el/la cónsul’). Para el nombre ‘general’, en referencia a persona, lo normal es usar, por tanto, ‘el/la general’”, informa la RAE.

“Según el Diccionario de la lengua española, de la RAE y de la Asociación de Academias de la Lengua Española, se dice ‘el general’ y ‘la general’ -dice a LA NACION la presidenta de la AAL, la lingüista Alicia María Zorrilla-. En su cuarta acepción, leemos: ‘m. y f. Oficial general del Ejército con la graduación de capitán general, teniente general, general de división o general de brigada, y los correspondientes en la Armada, en los cuerpos distintos del cuerpo general’. No obstante, una famosa copla nombra a la Virgen del Pilar como ‘generala de la tropa aragonesa’ y, en otra versión, ‘capitana de la tropa aragonesa’: ‘La Virgen del Pilar no quiere ser francesa, quiere ser capitana de la tropa aragonesa’. Por lo tanto, ese femenino, aunque no se usa como grado, no puede censurarse”.

A la generala de los dados le podemos seguir diciendo generala? Y a la doble generala? Táchame la doble!!! https://t.co/fTFYb6AXyW

— Claudia Piñeiro 💚 🧡 (@claudiapineiro) February 25, 2024

Respecto de “capitana”, el Diccionario de la lengua española registra los dos géneros: capitán y capitana, pero indica que, para el femenino, se usa capitán en las acepciones 1.ª y 3.ª: “Oficial de graduación inmediatamente superior al teniente e inferior al comandante” y “Persona que manda un barco”. “Aunque el uso haya impuesto ‘la capitán’ en los ámbitos indicados, desde ningún punto de capitana”, concluye Zorrilla.

En redes, se recordó que Manuel Belgrano, tras la Batalla de Tucumán, había nombrado a la Virgen de la Merced Generala y Patrona del Ejército.

“Sargenta”, según la RAE, puede significar “religiosa lega de la Orden de Santiago”, “alabarda que llevaba el sargento”, “mujer corpulenta, hombruna y de dura condición” (usada despectivamente), “mujer autoritaria” y “mujer del sargento”.

Según la Fundación del Español Urgente (Fundéu), lo habitual es dejar invariables los grados militares, como recomienda la Gramática de la RAE. “Se consideran comunes en cuanto al género los sustantivos que designan grados de la escala militar, cualquiera que sea su terminación: el soldado / la soldado; un teniente / una teniente (y lo mismo cabo, sargento, comandante, coronel, general). En diversos países se emplea capitana para designar el femenino de este grado militar, pero es más frecuente usarlo para hacer referencia a la mujer que dirige una nave o un equipo deportivo”.

No obstante, Fundéu admite que tanto capitana general como capitana generala tienen abundantes registros históricos. En obras de los españoles Benito Pérez Galdós y Vicente Blasco Ibáñez se usa la expresión “capitana generala”. En novelas históricas publicadas en la Argentina, como Bastarda. Manuela Sáenz, amor y desmesura de Simón Bolívar, de Florencia Canale, y La capitana, de Graciela Ramos, se usan las palabras “generala”, “coronela”, “caballeresa” y “capitana”.

Read More

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *