El plenario de comisiones de Legislación General, Asuntos Constitucionales y Presupuesto de la Cámara de Diputados recibió este lunes a representantes de la sociedad civil y organizaciones sectoriales alcanzados por la ley ómnibus. El oficialismo accedió a abrir la discusión del megaproyecto de 664 artículos tras aceptar un planteo en ese sentido por parte de los legisladores de la oposición, especialmente de Unión por la Patria (UP) y la izquierda, formulado a lo largo de la semana pasada.
Con más de 60 expositores anotados y bajo un estricto esquema de uso de la palabra, la cumbre inició con un clima enrarecido tras las declaraciones que realizó ayer el presidente Javier Milei, quien instó a los diputados a avanzar con la ley y anticipó que podría adoptar una postura más dura si la norma no lograra los votos necesarios para aprobarse en el recinto.
La Libertad Avanza (LLA) no descarta aprobar antes del 25 de enero el proyecto para darle tiempo al Senado a sancionarlo dentro del período extraordinario de sesiones, que vence el 31 de enero. Sus planes, sin embargo, pueden chocar en el Congreso.
Si bien la mayor parte de los expositores fueron críticos de la iniciativa del Gobierno, la intervención más política fue la de Héctor Daer, uno de los líderes de la CGT, quien advirtió a los legisladores presentes que “la institucionalidad de la Argentina hoy depende de esta casa”, en alusión al Congreso. Además, argumentó que la iniciativa del Poder Ejecutivo “se fundamenta en falacias como que el país es un aquelarre para plantear la emergencia en todos los aspectos de la vida y la sociedad”.
“Cuando se propone debatir todo es que no se quiere debatir nada. Hay que frenar la ley ómnibus y hay que suprimir la vigencia del DNU en cada una de las Cámaras. La institucionalidad hoy depende de esta casa y por eso el 24 [de enero] vamos a venir a apoyarlos para decirle no a la ley y no al DNU”, subrayó el sindicalista, quien llegó acompañado al plenario de comisiones de Norberto Di Próspero, secretario general de la Asociación del Personal Legislativo (APL).
Daer cuestionó, además, la delegación de facultades del Congreso al Poder Ejecutivo por cuatro años. “Algo nunca visto en el país”, observó. Criticó también el paquete de privatizaciones de empresas del Estado y advirtió sobre los perjuicios de dejar de lado “el patrimonio estratégico” para la “capacidad argentina en términos de desarrollo”.
Respecto de la intención del gobierno de Milei de eliminar la fórmula de movilidad previsional, el gremialista enfatizó que “no se puede dejar a discrecionalidad el ajuste jubilatorio”.
Daer aprovechó el espacio frente a los legisladores para pronunciarse sobre el DNU emitido por Milei, que desregula la economía y genera numerosos cambios en términos de derechos laborales, así como también limita la protesta. “El artículo 654 de la ley ómnibus habla de la ratificación del ilegal e ilegitimo DNU. El capítulo cuatro no ataca privilegios, ataca derechos individuales, colectivos, limita la acción sindical en el mayor momento de vulnerabilidad del país. Ataca a las economías regionales y desregula el sistema privado de salud. Tenemos que estar en un momento clave para nuestro país y consolidar su institucionalidad democrática”, pidió.
En la misma línea, Hugo “Cachorro” Godoy, secretario general de la CTA Autónoma, también tuvo sus siete minutos de exposición en Diputados. Su foco estuvo puesto en “condenar la suma del poder público que está implícita en el DNU y explícita en el proyecto de ley”. “Desde nuestra central lo rechazamos de plano”, sentenció.
Estas intervenciones se dan en la antesala del paro general convocado para el miércoles 24 al que adhirieron, entre otros, la CATT (Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte), que nuclea a los gremios de Unión Ferroviaria, la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Taxis, Camioneros, Dragado y Balizamiento, Vialidad, peajes y aeronáuticos, por lo que afectará al servicio terrestre y aéreo en todo el país. La protesta incluirá una movilización al Congreso Nacional, donde se prevé que hablen los líderes de la central sindical: Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano.
Las centrales sindicales se oponen principalmente a los cambios en la ley laboral que trae aparejado el decreto de Milei, y que incluyen nuevas alternativas a la indemnización por despido, la eliminación de las multas a los empleadores por falta o deficiente registración laboral, la desregulación del financiamiento a las obras sociales de los sindicatos y también restricciones a la huelga para distintos sectores como el de salud y el educativo. En las últimas semanas, no obstante, estas medidas fueron frenadas por cautelares dictadas por distintos tribunales del país, que pusieron en un paréntesis el capítulo laboral del DNU, hasta que la Corte Suprema de Justicia defina su constitucionalidad.
Tensión
Las chicanas, gritos y discusiones tuvieron su punto cúlmine con la intervención de Rodolfo Llanos, representante de la Asociación de Emprendedores, quien decidió contar su historia de vida para acorralar a los diputados en el plenario.
“El señor que tienen delante con traje es una persona que sabe lo que es dormir en la calle, que sabe lo que es esperar que McDonald’s tire la comida para comer. Sabe lo que es que alguien te ofrezca sexo a cambio de un plato de comida. Los escucho cuando hablan de pobres, pero este señor sufrió la pobreza. Los escucho cuando hablan de derechos, pero alguien como yo tuvo que matarse para conseguir un empleo”, señaló sobre sí mismo, a la vez que instó: “Señores, ustedes forman parte de la conducción de un país que llevó a la mitad de la población argentina a la pobreza. Los trabajadores asalariados ganan menos de la mitad de lo que se necesita para mantener a una familia. Señores, es el momento de poner de pie al país, son nuestros representantes. Están para que los argentinos puedan pagar una pieza donde vivir. Reaccionen”.
Frente a esta situación, el jefe de bloque kirchnerista, Germán Martínez, pidió orden al presidente del plenario y señaló fuera de micrófono: “El debate no está planteado en estos términos”. En paralelo, le hacía gestos a Nicolás Mayoraz (LLA), a cargo de la reunión, para que volviera a encarrilar la discusión.