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Milei da su primer discurso en el Foro Económico de Davos

Milei da su primer discurso en el Foro Económico de Davos

Ante la elite mundial que tiene cita en la cumbre de Davos, el libertario Javier Milei dio este miércoles su primer discurso como presidente de la Argentina en este encuentro y fuera del país. La alocución del mandatario fue presentada con una cálida recibida por el titular ejecutivo del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab.

Tras eso, el mandatario de La Libertad Avanza (LLA) hizo una férrea defensa del capitalismo de libre empresa y advirtió que Occidente “está en peligro” por el avance del socialismo, sobre todo en sectores del establishment económico y en la dirigencia. Con matices en su voz durante sus palabras, Milei remarcó que “el socialismo es un modelo empobrecedor que fracasó” y envió un fuerte mensaje: “El Estado no es la solución, es el problema mismo”.

Antes de comenzar, el líder libertario se colocó sus tradicionales lentes redondos. Y apenas arrancó advirtió: “Hoy estoy acá para decirles que Occidente está en peligro porque aquellos que supuestamente deben defender los valores se encuentran cooptados por una visión del mundo que inexorablemente conduce al socialismo y a la pobreza”.

En ese sentido consideró que los líderes mundiales abandonaron las ideas de la libertad para volcarse a distintas versiones del colectivismo -una dicotomía que atravesó toda su presentación- y entendió que algunos lo hacen por deseos de querer ayudar al prójimo mientras que otros por intentar “pertenecer a una casta privilegiada”.

“Nosotros estamos para decirles que los experimentos colectivistas nunca son la solución a los problemas de los ciudadanos, sino que son su causa. Créanme, nadie mejor que nosotros para dar testimonio de estas cuestiones”, indicó.

Tras eso hizo un repaso histórico para justificar que el capitalismo de libre empresa terminó desde el 1800 hasta estos días con el 90% de la pobreza en el mundo. “La conclusión: lejos de ser la causa, el capitalismo de libre empresa es la única herramienta para terminar con el hambre, la pobreza y la indigencia. La evidencia es incuestionable”, resumió.

Entonces arremetió contra la izquierda por cuestionar este modelo y considerarlo injusto. “Dicen que es malo porque es individualista y el colectivismo bueno porque es altruista, con la ajena, y bregan por la justicia social”, comentó, en un paralelismo con ideas que ya mostró a nivel local.

Aseguró también que el colectivismo es una “idea violenta” porque el Estado bajo este marco se financia a través de impuestos que se cobran de manera coactiva. “¿O acaso alguno puede decir que los paga de manera voluntaria? El Estado se financia a través de la coacción y, a mayor carga, mayor coacción y menor libertad”, dijo para interpelar al auditorio, pese a que en esta primera etapa de gobierno y anclado en la emergencia aumentó cargas tributarias.

“¿Cómo puede ser que desde la academia se demonice un sistema económico que ha sacado de la pobreza a la población mundial, que es justo y moralmente superior? Gracias al capitalismo el mundo se encuentra en su mejor momento. No hubo nunca un momento de mayor prosperidad. El mundo es más libre, más rico, más pacífico y más próspero”, reflexionó.

Después siguió con comparaciones entre países libres y reprimidos, citó la tradicional frase sobre qué es el liberalismo de su máximo exponente, Alberto Benegas Lynch (hijo), y aseguró que “un empresario exitoso es un héroe”.

Entre todos esos elogios al capitalismo, retomó su idea de que Occidente está en peligro y justificó su afirmación en lo siguiente: “Aquellos países que deberíamos defender el libre mercado y sectores del establishment -algunos por errores y otros por ambición de poder- están socavando los fundamentos, abriendo las puertas al socialismo, condenándonos a la pobreza. Nunca debe olvidarse que el socialismo es un fenómeno empobrecedor que fracasó en todos los países y además asesinó a más de 100 millones de seres humanos”.

Con fuertes cuestionamientos a los pensadores neoclásicos y a la introducción de regulaciones en la economía, remarcó que no existe un “fallo del mercado” y que eso solo es posible si hay intervención estatal en la economía. “Fíjense qué interesante: desde 1800 en adelante, con la población multiplicándose más de ocho o nueve veces, el PBI per cápita creció más de 15 veces. Eso llevó a la pobreza extrema del 95% al 5%. Sin embargo eso implica estructuras concentradas. ¿Cómo puede ser que algo que haya generado tanto bienestar para la teoría neoclásica, eso es un fallo de mercado? Economistas neoclásicos, salgan de la caja. Cuando el modelo falla, no hay que enojarse con la realidad, hay que cambiar el modelo”, marcó, para culparlos por abrirle la puerta al socialismo.

“Frente a la demostración teórica de que la intervención del Estado es perjudicial, la solución que propondrán los colectivistas no es mayor libertad, sino mayor regulación hasta que seamos más pobres y todo dependa de un burócrata sentado en una oficina de lujo”, se quejó.

En su alocución de media hora, el Presidente también culpó al socialismo por fogonear una “pelea ridícula entre el hombre y la mujer” y ahondó sobre los movimientos feministas: “El libertarismo ya establece la igualdad entre los sexos, todos tenemos los mismos derechos otorgados por el creador. Lo único que devino en esta agenda del feminismo radical es en mayor intervención del Estado para entorpecer el crecimiento económico, darle el trabajo a burócratas que no aportaron nada a la sociedad, sea en formato del Ministerio de la Mujer y organismos internacionales dedicados a promover esta agenda”.

Indicó asimismo que los socialistas plantean otro conflicto al que le restó importancia, el de “el hombre contra la naturaleza”, y fue ahí que negó el cambio climático. “Sostienen que los seres humanos dañamos el planeta y que debe ser protegido a toda costa, incluso llegando a abogar por mecanismos de control poblacional o en la agenda sangrienta del aborto. Estas ideas nocivas se han impregnado fuertemente en la sociedad. Lograron esto gracias a la apropiación de los medios de comunicación, de la cultura, universidades y de los organismos internacionales. Este último caso es el más grave porque tienen influencia en las decisiones políticas”, sostuvo al respecto.

Sin embargo, se mostró contento de que cada vez son más los que se atreven a “levantar la voz” ante estas cuestiones y en el último tramo de su intervención pidió combatir esas ideas.

“Llegamos al punto en que con distintos nombres o formas buena parte de las ofertas políticas generalmente aceptadas en la mayoría de los países de Occidente son variantes colectivistas. Ya sea que se declamen comunistas, socialistas, socialdemócratas, demócratas cristianos, neokeynesianos, progresistas, populistas, nacionalistas o globalistas. En el fondo no hay diferencias sustantivas: todas sostienen que el Estado debe dirigir todos los aspecto de la vida de los individuos”, marcó Milei.

Así fue que invitó a los demás países a sumarse a sus ideas, ya que dijo que en la Argentina se conoce “muy bien” el modelo empobrecedor porque ya se vivió. “Desde que decidimos abandonar el modelo de la libertad que nos había hecho ricos estamos atrapados en una espiral descendiente en donde cada día somos más pobres. Un país que a inicios del siglo XX era el país más rico del mundo hoy tiene cerca de 50% de la población por debajo de la pobreza y 10% de indigentes, cuando produce alimentos para 400 millones de seres humanos”, analizó sobre este país.

Dijo entonces que el Estado se queda con 70% de lo producido a nivel local y con el alimento para 280 millones de personas, cuando 5 millones de argentinos no comen. “Estamos acá para alertarlos acerca de lo que puede pasar si los países de Occidente continúan por este camino de servidumbre. El caso argentino es la demostración empírica de que si se adoptan medidas que entorpecen el libre funcionamiento de los mercados, la libre competencia, los sistemas de precios libres, el comercio, si se atenta contra la libertad privada, el único destino posible es la pobreza”, resumió.

Para cerrar, les dejó un mensaje a los empresarios de Davos y del resto del planeta. “No se dejen amedrentar, no se entreguen a una clase política que lo único que quiere es perpetuarse en el poder. Ustedes son benefactores sociales, son héroes, son los creadores del período de prosperidad más extraordinario que jamás hayamos vivido. Que nadie les diga que su ambición es inmoral. Si ustedes ganan dinero es porque ofrecen un mejor producto a un mejor precio, contribuyendo al bienestar general”, les dijo. Corriéndose de su discurso, afirmó: “No cedan al avance del Estado. El Estado no es la solución, el Estado es el problema mismo”. Luego retomó: “Ustedes son los verdaderos protagonistas de esta historia y sepan que a partir de hoy cuentan la Argentina con un aliado incondicional”.

Tajante, selló con su tradicional frase “viva la libertad carajo”, con voz ronca.

Antes, con Cameron

Antes de su discurso, el Presidente se reunió hoy con el canciller británico, David Cameron. En la cuenta oficial de la Oficina del Presidente compartieron una foto de Milei dándose la mano con el funcionario extranjero, ante la atenta mirada de su ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino. Tal como informó LA NACION, el mandatario argentino recibió una invitación personal de Cameron por WhatsApp para sumarse al encuentro que estaba previsto inicialmente solo con la canciller.

“Fue una reunión excelente, muy cordial. Hablamos de profundizar los vínculos comerciales, del apoyo que nos van a dar en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y de cómo promover las inversiones inglesas en la Argentina”, sostuvo el Presidente tras la reunión con Cameron, según informaron desde la Casa Rosada. Asimismo el líder libertario resaltó, sobre el tema más ríspido de la relación: “Fijamos Malvinas como un punto en una agenda con la Cancillería para avanzar en soluciones”.

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