Una investigación realizada por el Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) de España reveló que la dieta mediterránea, enriquecida con aceite de oliva virgen extra, podría disminuir significativamente los síntomas depresivos en pacientes. Este estudio fue financiado por el Fondo de Investigación en Salud y publicado en la revista Nutritional Neuroscience.
La dieta mediterránea: un estilo de vida saludable
Reconocida mundialmente, la dieta mediterránea se ha establecido como uno de los modelos dietéticos más saludables. No solo es un patrón alimenticio, sino también un factor de estilo de vida que puede influir en la aparición y el desarrollo de la depresión. Estudios observacionales previos han correlacionado una alta adherencia a esta dieta con un menor riesgo de depresión.
En España, donde las cifras de depresión alcanzan los seis millones de afectados, este descubrimiento ofrece una nueva perspectiva. La depresión, un trastorno mental común que puede manifestarse incluso en niños de tres años, se considera una de las principales causas del deterioro de la calidad de vida a nivel mundial. Además, su incidencia ha ido en aumento en las últimas décadas, representando un desafío creciente para la salud pública.
Un estudio pionero
El estudio se centró en evaluar los efectos de una dieta mediterránea enriquecida con aceite de oliva extra virgen durante dos años, en combinación con el tratamiento habitual, en la reducción del riesgo de recurrencia y mejora de los síntomas depresivos. Participaron 196 individuos, entre 18 y 86 años, que habían experimentado al menos un episodio depresivo en los últimos cinco años. Estos participantes, divididos en dos grupos de manera aleatoria, siguieron la dieta mediterránea o un control, tomando en cuenta factores como sexo, grupo de edad y centro de reclutamiento.
La investigadora Almudena Sánchez-Villegas del CIBEROBN, del Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra y la Universidad Pública de Navarra, destacó la singularidad del estudio: “Es la primera vez que se realiza una evaluación a largo plazo de una intervención dietética, incluyendo seguimiento y periodo de intervención de dos años, en este tipo de pacientes”.
Ana González-Pinto, jefa de grupo y directora científica del área de Salud Mental (CIBERSAM), y jefa de Servicio del Hospital Universitario de Álava, resaltó el potencial de la dieta mediterránea como herramienta preventiva contra la depresión secundaria. ”Las intervenciones nutricionales de la dieta mediterránea, que son intervenciones seguras y económicas, parecen ser una gran herramienta para la prevención de la depresión secundaria si sus propiedades preventivas se confirman en futuros ensayos clínicos en el trastorno depresivo mayor”, afirmó González-Pinto.