Antes de que 50 sombras de Grey la lanzara a la fama internacional, Dakota Johnson, al igual que otros actores, tuvo la oportunidad de aparecer como estrella invitada en The Office. La actriz era fanática de la serie, pero aquella participación no fue la experiencia soñada que esperaba.
La exitosa ficción de la NBC se estrenó en 2005 y se emitió durante 14 temporadas, aunque no fue hasta el último episodio en que se le propuso a la intérprete hacer un breve cameo. En una reciente aparición en el programa Late Night With Seth Meyers, después de presentarse días atrás en un evento, en donde llamó la atención con un vestido con diseño de telaraña, la actriz reveló que aquel trabajo fue toda una decepción.
“Honestamente, fue el peor momento de mi vida”, le dijo al presentador, antes de explicar cómo surgió la invitación para que ella formara parte de aquel decisivo episodio: “A mí me encantaba el programa y me dijeron: ‘¿querés estar en el capítulo final?’”. Johnson recordó que inmediatamente aceptó la oferta con entusiasmo pensando en que tal participación le llevaría “medio día” de filmación y considerando que así tendría la posibilidad de disfrutar de un rato divertido. Sin embargo, el proceso se demoró bastante más de lo que ella había previsto.
“Estuve allí durante dos semanas… Y apenas salgo en el programa”, se lamenta la actriz sin perder el humor. Aparte de su tiempo limitado en pantalla, Dakota también recordó que el ambiente en el set era muy incómodo y detalló que algunos de los miembros del elenco ni siquiera se hablaban entre sí a esas alturas de la producción de la serie.
“Había una dinámica extraña que había estado ocurriendo durante los últimos diez años y algunas personas no se hablaban”, apuntó sin dar nombres. Y continuó explicando: “Y yo entré sintiéndome muy emocionada de estar ahí, pero de pronto nadie quería hablar conmigo. A nadie le importaba”, añadió.
La actriz, que se encuentra promocionando su nueva película, Madame Webb, insistió en que realmente su papel en el episodio fue mínimo. “Aparezco como al fondo en unas escenas enviando cosas por fax”, relató. En un divertido intento por levantarle el ánimo, Seth Meyers elogió sus habilidades para realizar las tareas que estaba ejecutando en la ficción. “Fue uno de los envíos de fax más creíbles que he visto en mi vida”, bromeó el presentador.
No es la primera ocasión en que la hija de Melanie Griffith y Don Johnson se sincera sobre una mala experiencia en un rodaje. En 2022, la actriz confesó “la locura” que vivió durante la filmación de 50 sombras de Grey y contó las batallas que mantuvo con la escritora de la saga, E.L. James, a quien culpó de querer imponerle su visión. “Yo era joven, así que tenía miedo. Firmé para hacer una versión muy diferente de la película que acabamos haciendo”, aseguró la intérprete sobre la experiencia en una entrevista con la revista Vanity Fair.
“Hubo muchos desacuerdos. No pude hablar de esto con sinceridad nunca”, añadió la artista. Cuando le preguntaron sobre si el problema provenía del estudio, de los directores o de una mezcla de factores, la intérprete señaló la última opción afirmando: “Fue un combo”, y luego apuntó a la autora de los libros.
Cabe recordar que E.L. James era asistente de dirección y había trabajado como ejecutiva de televisión. En la primera década de los 2000, durante su tiempo libre, escribió un fanfiction (ficción derivativa que realizan los fans sobre una obra original) de Crepúsculo, añadiendo sexo y quitando vampiros a la ecuación. Ese sería el embrión de 50 sombras de Grey, libro que lanzó en 2011 y cuya serie ha vendido más de 31 millones de copias en todo el mundo.
“Tenía mucho control creativo. Todo el día, todos los días, exigía que ciertas cosas sucedieran”, explicó Johnson. También mencionó que había pasajes y recursos que tenían sentido en un libro, pero que era absurdo trasladar a la película: “Como el monólogo interior, que a veces era increíblemente cursi. Siempre era una batalla. Siempre”, concluyó.