Un estudio reciente reveló que la longevidad de perros de cierta raza se podría conocer a partir del tamaño y longitud del hocico, la contextura del cuerpo y el sexo.
A partir de un análisis de datos de 584.000 perros, científicos del Reino Unido investigaron cómo la domesticación y la selección artificial asociada tiene varios indicios sobre la salud del pedigrí.
“Un macho de tamaño mediano y cara plana, como un bulldog, tiene tres veces más probabilidades de vivir una vida más corta que una hembra de tamaño pequeño y cara larga, como un perro salchicha miniatura o un galgo italiano”, señalan los investigadores del artículo publicado en la revista ‘Scientific Reports’.
El estudio examinó a 155 razas y mezclas con el fin de indagar las estimaciones de longevidad para un perro doméstico promedio, con la premisa de que estos varían entre 10 y 13 años.
Allí encontraron que las distinciones dependen de las poblaciones analizadas, por ejemplo, y del país y/o de la raza específica. Sin embargo, se ha informado de una variación significativa en la longevidad tanto en cruces como entre razas puras.
Según el estudio, a nivel general los perros de cara chata o braquicéfalos como los pug, tienen una esperanza de vida más baja. Ese grupo de nariz más corta incluía grandes mastines (9 años), fornidos bulldogs ingleses (9,3 años) y bulldogs franceses (9,8 años).
Mientras que los west highland white terriers tienen un promedio de 12 y 13 por sus características de nariz más alargada y su estatura mediana. Al igual que los ejemplares mestizos, donde se ha encontrado que tienen una esperanza de vida similar.
Lo mismo sucedió con las razas más pequeñas, como Lhasa Apso que registró una de las esperanzas de vida media más altas: 14 años. Eso está a la altura de shiba inus (14,6), papillons (14,5), perros salchicha miniatura y galgos italianos (14).
Esta investigación evidencia que los canes con cabeza corta y cara achatada, paladar blando y alargado, huesos nasales cortos y orificios nasales, a menudo, más reducidos de lo habitual, tienen una esperanza de vida muchísimo más corta que otras razas.
“El estudio expone muy bien la cuestión de la cría de perros de nariz corta. No me sorprende en absoluto que las razas braquicéfalas (caras planas) no vivieran tanto”, señala Kirsten M. McMillan, autora de la investigación, para ‘CNN’.
En conclusión, los resultados estuvieron dentro de los patrones esperados. Las hembras vivían más que los machos y los perros pequeños más que los grandes. Los canes pequeños y medianos con un hocico pronunciado vivieron más de 12 años en promedio, mientras que los de cara plana de todos los tamaños no alcanzaron esa marca.
Por Nathalia Gómez Parra