En su casa de Chatham, el pueblo inglés situado en el condado de Kent, Alice Oseman consumía de manera compulsiva en su adolescencia Orgullo y prejuicio de Jane Austen. “Había algo en la manera paulatina en la que conectaban los protagonistas que me enamoraba completamente, esa suerte de imperfección en ambos que los terminaba uniendo”, le confía la autora a LA NACION en una entrevista concedida, vía Zoom, en el marco del lanzamiento del quinto tomo de Heartstopper a través del sello de ficción juvenil VRYA, de la editorial V&R.
La popular saga de novelas gráficas que pone el foco en el romance entre los adolescentes Nick Nelson y Charlie Spring consolidó a Oseman como una de las mejores herederas de John Green y David Levithan, con siete obras que oscilan entre la prosa y el cómic, y que abordan los tropos de las novelas young adult (para una audiencia juvenil) por el prisma de lo queer, de las disidencias. El fenómeno Heartstopper se ratificó con su excelente adaptación televisiva para Netflix, que estuvo a cargo de la propia autora, con dos temporadas disponibles en la plataforma y una tercera a estrenarse, de acuerdo a las versiones más fuertes, en septiembre de este año.
En el quinto tomo de la saga se explora con candidez cómo esos adolescentes, que ya se encuentran en una relación afianzada, deben enfrentar nuevos obstáculos, desde los encuentros íntimos que detonan los traumas de Charlie respecto a su pasado hasta los diferentes rumbos que deberán emprender al terminar la secundaria. “Lo que voy a decir no es un spoiler”, aclara Oseman antes de revelar con qué panorama se encuentra el lector con su flamante libro y con el sexto, que empezó a escribir semanas atrás. “Creo que ya todo el mundo sabe que la relación entre Nick y Charlie tendrá un final feliz, esa es mi promesa y voy a cumplirla”, asegura la autora que empezó a escribir sobre el amplio espectro de orientaciones e identidades sexuales en 2014 con la brillante Solitario porque no encontraba representación por fuera del universo Tumblr. “Ese libro lo escribí para mí y creo que nunca me aparté de esa filosofía”, remarca.
Heartstopper engloba muchos tópicos explorados por Oseman en otras novelas, desde Este invierno a Loveless. En esta última, se narra el camino de autodescubrimiento de una joven arromántica y asexual, camino que también se encontrará en el flamante tomo de su saga de novelas gráficas con las que también trata con sensibilidad problemáticas ásperas vinculadas a la salud mental y al bullying. “Podríamos decir que la ternura es mi sello, los pequeños momentos que atraviesa una pareja, y por eso escribo sobre el mundo adolescente, porque muchas veces se subestima lo que sienten los jóvenes”, explica la autora que disfruta del recorrido de sus personajes que, como el que emprenden Elizabeth Bennet y Fitzwilliam Darcy, está signado por el valor de los gestos como respuesta al cinismo.
-En el quinto tomo de Heartstopper aludís a las inseguridades de los adolescentes con sus cuerpos, especialmente de cara a sus encuentros íntimos ¿Lo considerás un tópico universal, que excede el mundo juvenil?
-Sí, porque creo que es muy común para los individuos experimentar inseguridades respecto al sexo, y sobre eso quería escribir en este tomo, me parece una experiencia común a todos, aunque tampoco quiero generalizar. Mi objetivo era mostrar cómo Nick y Charlie se preparan para dar ese gran paso de estar juntos por primera vez y lo que eso conlleva, particularmente para Charlie, por su problemática de salud mental, y el viaje que debió atravesar. Tenía muchas ganas de abordar esa nueva arista de su relación y cómo ambos abordan una situación desconocida.
-Al momento de editar Solitario explicaste que esa novela surgió de una necesidad de hacerte feliz a vos misma; ¿Cómo manejás ahora la presión con la popularidad cosechada?
-Puede ser muy abrumador el hecho de recibir tantas opiniones y pedidos acerca de lo que debería escribir, de cómo las historias deberían proseguir; pero siempre intenté preservar lo que yo quiero hacer y hacia dónde quiero que mis libros lleguen. El origen de mi pasión por la escritura surgió de un deseo de hacer algo divertido para mí, hay un placer en eso y no quiero perderlo. Ahora que hay una mayor audiencia opinando sobre mi trabajo, eso se vuelve más difícil, por lo que tengo que abstraerme de esas opiniones y permanecer fiel a mis intenciones y a lo que quiero contar.
-¿Por eso te alejás esporádicamente de las redes sociales? ¿Sentís presión?
-Es que es imposible tener ahora la misma relación con mis lectores que solía tener cuando empecé, cuando podía responder a cada comentario que me dejaban o a cada mensaje que me llegaba. Ahora me escribe mucha gente, entonces trato de mantener un equilibrio. Me gusta leer las opiniones de quienes me leen, sus pensamientos respecto a cada libro que sale, interactuar, pero tampoco hacerlo con frecuencia, tengo que encontrar el punto medio.
-Cuando llegaste a Heartstopper venías de escribir en prosa, ¿Cuándo advertiste que la historia de Nick y Charlie necesitaba un abordaje episódico?
-Lo supe desde el 2015, cuando sabía que quería contar su historia, y empecé a buscar cómo hacerlo. Al comienzo arranqué en prosa, pero no funcionó del todo bien. En simultáneo, en ese momento de mi vida leía muchos webcómics, entonces probé con eso y fue lo que mejor le sentó a lo que tenía en mente para los personajes.
-Tu obra ponen a la amistad en un lugar de gran importancia, en algunos casos con la misma profundidad que los vínculos románticos.
-En todos mis libros trato de dejar en claro el valor de la amistad, incluso en Heartstopper, donde hay una historia de amor central. Para muchos adolescentes, el romance no es parte de sus experiencias de vida, pero sí lo son las amistades, que se convierten en algo fundamental en su juventud, en una etapa tan significativa como esa. Entonces, me parecía realista fortalecer los relatos sobre la amistad así cómo lo hago con los relatos románticos. En Heartstopper hay muchos personajes, la pandilla que acompaña a los protagonistas, y ese fue el objetivo desde el primer tomo: mostrar que un vínculo de amistad puede ser igual o más importante y más poderoso que un vínculo amoroso. Hay que tratarlos como un tesoro.
-En el quinto tomo de Heartstopper le das voz a un personaje que se define como arromántico-asexual, ¿Pensás que se ha evolucionado en cuanto a la representación de esas orientaciones?
-Pienso que el panorama está cambiando, que las cosas están mejorando, aunque queda un largo camino por delante. Muchas personas todavía no saben lo que significan esos términos, pero estamos dando pasos en la dirección correcta para arrojar luz al respecto. Lo que sí considero que falta es la representación televisiva de individuos arrománticos y/o asexuales, no se ven en series o en películas, y se subestima mucho el alcance que tienen esas producciones para que la gente pueda entender sobre el tema. Es por eso quise incluir a Isaac (interpretado por Tobi Donovan) en la serie de Heartstopper, para que muchas personas escuchen en varias ocasiones los términos “asexualidad” y “arromanticismo”. En mi caso, esa representación se convirtió en un deseo personal muy fuerte, una nacesidad que se despertó particularmente en los últimos años.
-¿Y empezaste a escribir para explorar tu identidad o luego de realizar tu proceso de autodescubrimiento decidiste ponerlo en palabras?
-Un poco de ambas. Amo escribir para expresarme, para aludir a tópicos que me son cercanos y que me interesan, pero ahora que estoy más cómoda con mi identidad me resulta más fácil ese proceso de escritura. Por ejemplo, cuando escribí Loveless me costó mucho, pero en los últimos años adquirí una confianza que me permitió incluir personajes asexuales, como en el reciente tomo de Heartstopper. El desafío de escribir yace en encontrar una estructura para incluir todos los temas que querés explorar, como la orientación sexual o los problemas de salud mental. Yo planeo todo con mucha antelación, incluso meses antes de sentarme a escribir.
-En Solitario y en Nick y Charlie citás mucho Orgullo y prejuicio ¿Qué tiene esa novela que tanto te atrae y cómo se conecta con cómo abordás los vínculos entre los personajes de tus obras, en las que importa más el recorrido que el resultado?
-Orgullo y prejuicio es una novela que me marcó mucho en la que los protagonistas no son perfectos, son de discutir, de rebelarse. En cuanto a mis libros, sí, el proceso es un gran tópico, en especial en Loveless y en Heartstopper, me gustan los vaivenes de los viajes de los protagonistas, sus búsquedas, esa introspección, como la que experimenta Nick con su bisexualidad, por mencionar un solo caso. Lo importante siempre es reflejar el camino, y me divierto explorándolo con todos mis personajes e incluso desde las tapas de los tomos de Heartstopper que son el reflejo más claro de sus cambios.
-¿Ya hay fecha de publicación para el último tomo? ¿Cómo pensás que vas a reaccionar al terminar ese recorrido?
-¡No tengo idea de cuándo va a salir! (risas) Recién empecé a trabajar en el final de la saga este mes, y sé que me llevará mucho tiempo, así que hasta el año que viene no creo que se edite, pero ojalá la espera valga la pena para el lector. Yo sé que voy a llorar cuando tenga que despedirme de esta historia, de estos personajes. Voy a estar triste. Es agridulce porque al mismo tiempo sé que la saga tiene que terminar, porque no quiero estirarla más que lo debido, que es algo que a mí me molesta como lectora. Me quiero despedir en lo alto y continuar con obras en prosa.
El “Osemanverso”, en números
Alice Oseman publicó 7 libros: Solitario (2014), novela escrita en prosa centrada en Tori Spring, la hermana mayor de Charlie; Nick y Charlie (2015), el puntapié de Heartstopper; Este invierno (2015), novela corta sobre los hermanos Spring que funciona autónomamente a Heartstopper y como complemente del cuarto tomo; Radio silencio (2016), novela focalizada en el personaje de Aled Last; Nací para esto (2018), sobre una banda de rock emergente; Heartstopper (2019-presente), novela gráfica que concluirá con su sexto tomo con fecha a confirmar y que cuenta con un anuario y un libro para colorear; Loveless (2020), novela que explora la asexualidad y el arromanticismo a través del personaje de Georgia Warr.El segundo tomo de la saga de Heartstopper vendió 77.307 ejemplares en Argentina y otros países de América del Sur donde se distribuye; el tercero vendió 59.113 unidades; el cuarto, 62.010; y el quinto, editado el 7 de diciembre de 2023, lleva vendidas 22.911 unidades.El libro más exitoso de la autora en Argentina fue el primer tomo de la saga, con 92.155 ejemplares vendidos, mientras que su edición especial hardcover (tapa dura) y con stamping azul vendió 23 mil unidades.Alice Oseman lleva vendidos 500.162 libros de su Osemanverso en América Latina.