La relatora especial de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, Francesca Albanese, ha presentado este lunes un informe en el que recoge pruebas suficientes para considerar que Israel está cometiendo un “genocidio” contra la población palestina como consecuencia de su ofensiva sobre la Franja de Gaza.
“Tras analizar los patrones de violencia y la política de Israel en su ofensiva sobre Gaza este informe concluye que hay motivos razonables para creer que se cumplen los criterios que apuntan a que Israel está perpetrando un genocidio”, señala el resumen del informe publicado por Albanese.
Entre los criterios de genocidio, que se cumplen en Gaza según Albanese, están el “asesinato de miembros de un grupo, infligir daños físicos o mentales graves e infligir deliberadamente unas condiciones vitales calculadas para provocar la destrucción física”.
“Israel ha tratado ‘de facto’ como terroristas o simpatizantes del terrorismo a un grupo protegido y su infraestructura de sustento vital en su totalidad y ha transformado a todo y todos en objetivo o en daño colateral, por lo que pueden morir o ser destruidos”, prosigue.
El texto destaca como una de las “conclusiones clave” que la cúpula del Gobierno y de las Fuerzas Armadas israelíes “han distorsionado intencionadamente los principios ‘jus in bello'” o derecho en la guerra para “subvertir sus funciones de protección para legitimar la violencia genocida contra el pueblo palestino”.
El documento denuncia que este “genocidio” es “una fase superior del largo proceso de borrado colonial”. “Durante más de siete décadas este proceso ha ahogado al pueblo palestino como colectivo demográfica, cultural, económica y políticamente con el fin de expulsarlo y expropiar y controlar sus tierras y recursos. La ‘nakba’ (tragedia) en marcha debe ser detenida y remediada de una vez por todas”, ha argumentado.
30.000 MUERTOS
Albanese concluye así que “tras cinco meses de operaciones militares Israel ha destruido Gaza”. Cita cifras como las de los más de 30.000 palestinos muertos, incluidos más de 13.000 menores de edad, o la de los más de 12.000 desaparecidos que también podrían haber fallecido. También hay 71.000 heridos, “muchos de ellos con mutilaciones”.
“El 70 por ciento de las zonas residenciales han quedado destruidas. El 80 por ciento de la población ha sufrido desplazamiento forzoso y miles de familias han perdido a seres queridos o directamente han desaparecido”, destaca Albanese.
En en un entorno de guerra, “muchas personas no han podido enterrar ni llorar a sus familiares y se han visto obligados a abandonar sus cuerpos en descomposición en sus hogares, en la calle o bajo los escombros”.
Asimismo recuerda que “miles han sido detenidos y sometidos sistemáticamente a tratos inhumanos o degradantes”. “El trauma colectivo incalculable lo sufrirán las generaciones futuras”, remacha.