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Continúa la angustiosa búsqueda de Juan Camilo Burgos, quien desapareció en la calle 72

Continúa la angustiosa búsqueda de Juan Camilo Burgos, quien desapareció en la calle 72

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Continúa la angustiante búsqueda de Juan Camilo Burgos Méndez, un bogotano de 32 años que desapareció el pasado miércoles 28 de febrero a la 1:30 de la tarde, en la calle 72 con carrera Séptima.. Misterio por desaparición de hombre en Bolívar: su compañero de trabajo apareció muerto. Padre e hija reportados como desaparecidos en el barrio Quinta Paredes fueron hallados. Cae cargamento de marihuana cerca de Cartagena: su valor es de 18 millones de dólares. Él tiene una estatura de 1,69 y es delgado. Es arquitecto de profesión y en este momento sus familiares y amigos se movilizan junto con las autoridades para dar con su paradero.. “El último rastro que se tiene de él es que estaba en una oficina, en la calle 72 con carrera Séptima. Tenía un trabajo allá, tenemos certeza de que estaba ahí”, señaló su hermano para Noticias Caracol.. La familia no sabe qué pasó después de la 1:30 p.m. cuando le perdieron el rastro. No han vuelto a tener comunicación con él.. Ver esta publicación en Instagram. Una publicación compartida por Diego Burgos (@diegoaburgos). Según datos consignados en el Sistema de información Red de Desaparecidos y Cadáveres del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, durante el 2023 se presentaron 2.378 casos de desapariciones en Bogotá.. Aunque disminuyó en comparación con la del año 2022, cuando se presentaron 2.435 casos, preocupa que sea recurrente que en más del 30 por ciento de los registros (783), los protagonistas sean los menores de edad.. El subintendente Luis Alejandro González Ubaque trabaja en esta ardua tarea desde el 25 de junio de 2011. Su experticia junto con las cualidades de su grupo de trabajo ha logrado que, en promedio, el 91 por ciento de los casos se resuelva en una ciudad en donde a veces reportan un caso al día y otros 18 o más.. Adolescentes rebeldes con malas relaciones familiares, hombres y mujeres que les huyen a deudas y decepciones amorosas, personas que salen de fiesta y terminan escopolaminados, víctimas de accidentes de tránsito y casos de enfermos mentales, consideradas desapariciones voluntarias, son los casos que más los ocupan. Del otro, lado, están las desapariciones forzadas, que representan su mayor desafío. Y en Bogotá, hay de todo.. El primer imaginario que quieren desestimar es que hay que esperar determinado tiempo para notificar el caso de una persona desaparecida. “Cada familia sabe cuándo hay un riesgo latente, entonces, apenas tengan una alerta, deben reportar el caso al Instituto Nacional de Medicina Legal, los encargados de registrar todos los reportes”. Estos, a su vez, quedan consignados en el Sistema de Información Red de Desaparecidos y Cadáveres (SIRDEC).. Luego procede uno de los pasos más difíciles para las familias y amigos de un desaparecido, descartar que sea uno de los cadáveres que esperan a ser reconocidos en el Instituto. “Si esto no es así, lo más importante son los datos contenidos en la entrevista, información detallada de la persona y las características de tiempo, modo y lugar en las que desapareció”.. La Unidad cuenta además con un fiscal especializado destacado que pone toda su experticia y activa todos los mecanismos de búsqueda urgente al servicio de la ciudadanía. Siempre hay un investigador disponible, ya sea de la Policía Judicial, de la SIJIN o de la Fiscalía General de la Nación. “Nuestro propósito es que las personas no tengan que ir de un lado para el otro. Nuestra sede está en la calle 19 con carrera 27. Ahí comienzan las labores de búsqueda. Podemos decir que de un 100 por ciento de las desapariciones, un 80 por ciento es de personas que desaparecen por una acción voluntaria”.. REDACCIÓN BOGOTÁEscríbanos a carmal@eltiempo.com

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