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Cómo adiestrar un gato: mitos, aciertos y errores de un entrenamiento poco conocido

Cómo adiestrar un gato: mitos, aciertos y errores de un entrenamiento poco conocido

Esta semana se celebró el Día Mundial del Gato, una fecha dedicada a homenajear a esas particulares criaturas que, aparte de brindar mucho amor y cariño, generan momentos de diversión con sus singulares ocurrencias y comportamientos.

Precisamente, al hablar del comportamiento de los gatos, surge una pregunta frecuente: ¿es posible adiestrar a los gatos? Cuando se habla de adiestramiento, es común que se piense en los perros; sin embargo, los gatos también pueden ser entrenados de manera efectiva para corregir ciertas actitudes propias de la especie.

Si bien los gatos son considerados animales autónomos, con paciencia, afecto, dedicación, constancia y técnicas adecuadas es posible enseñarles a comportarse adecuadamente y establecer una comunicación efectiva.

En El Tiempo hablamos con un experto sobre los mitos y verdades del adiestramiento felino, quien entrega algunos trucos para modificar y reforzar comportamientos en los gatos.

Mito: los gatos son imposibles de entrenar

Este es, quizá, uno de los mitos más comunes acerca de los gatos. Si bien son conocidos por su independencia, esto no significa que sean animales imposibles de entrenar. De hecho, los gatos son animales muy inteligentes y, gracias a esta cualidad, pueden aprender desde comportamientos hasta trucos.

Según Andréi Sánchez, entrenador de mascotas, “la clave para entrenar a los gatos es utilizar el refuerzo positivo; es decir, premiar los comportamientos deseados con snacks o premios alimenticios, ser consistentes con la educación y tener paciencia”.

Mito: los gatos solo hacen lo que quieren hacer

Tal y como afirma el entrenador Sánchez, “los gatos tienen la habilidad, al igual que los perros, de asociar órdenes, estímulos y recompensas”. Esta característica les permite aprender nuevos comportamientos.

Una de las claves es entender y respetar la naturaleza felina, para aprovechar las motivaciones y despertar la curiosidad, y así establecer un entrenamiento exitoso.

Mito: los gatos solo responden al castigo

Este mito es perjudicial para el bienestar de los gatos, ya que fomenta la creencia de que necesitan gritos o golpes para aprender.

“Tanto los perros como los gatos no responden bien al castigo físico ni emocional. Esto es más grave en los gatos que suelen establecer mecanismos de defensa más fuertes para defenderse de aquello que los hace sentir mal”, comenta Andréi Sánchez.

Por el contrario, los gatos necesitan recompensas, elogios y juegos que los motiven a comportarse adecuadamente. En este sentido, el profesional menciona que “es fundamental hacer del entrenamiento una experiencia positiva tanto para el gato como para las personas”.

Mito: los gatos solo pueden ser entrenados cuando son jóvenes

Si bien los gatos en edades tempranas son mucho más receptivos, los gatos de cualquier edad responden satisfactoriamente al entrenamiento. La clave está en hacer más repeticiones del comportamiento que se quiere modificar en los gatos adultos y hacer estos entrenamientos más llamativos y progresivos.

Mito: Solo pueden ser entrenados para usar la caja de arena

Aprender a usar la caja de arena es un comportamiento casi instintivo en los gatos. Al usarla, ellos ponen en práctica su instinto predador, que los motiva a cubrir sus heces, y, además, lo hacen también por higiene y limpieza.

De acuerdo con lo que menciona Andréi Sánchez, “la gama de comportamientos que se pueden enseñar a los gatos es bastante amplia e incluye enseñarles a no rasguñar los muebles, realizar algunos trucos como sentarse o dar la pata, e incluso venir cuando se les llama”.

Mito: solo los gatos de raza pueden ser entrenados

Cualquier gato, sin importar su raza, edad o sexo, puede ser entrenado exitosamente, solo se necesita establecer una rutina y un enfoque adecuado.

Mito: el entrenamiento solo se puede hacer por profesionales

Aunque son los profesionales los que pueden establecer mejores rutinas y tienen más herramientas para adiestrar a los gatos, los tutores también pueden hacerlo. Solo necesitan paciencia, constancia, comprensión y saber leer muy bien las necesidades y el lenguaje de los mininos.

Cómo adiestrar un gato: las verdades del entrenamiento felino

Una vez desmentidos ciertos mitos, es esencial conocer algunas verdades del comportamiento de los gatos:

Aprenden rápido: con las técnicas apropiadas, suficiente paciencia y esquemas organizados de entrenamiento, los gatos pueden modificar comportamientos indeseados o aprender nuevas rutinas.Mejor con cariño: los gatos resienten el maltrato, los gritos y las malas palabras. Por eso es fundamental hacer refuerzo positivo con galletas u otros snacks, caricias o frases positivas.Ser consistente: los gatos aprenden más y mejor cuando se establecen horarios de entrenamiento y se es consistente para facilitar el aprendizaje y recordar lo que se desea de ellos.De acuerdo con la personalidad: es importante conocer el temperamento del gato para adaptar los ejercicios de entrenamiento a las necesidades específicas de cada animal.El entrenamiento es un proceso continuo: “El tutor no puede dar por terminado el entrenamiento de su gato cuando esté ya aprendió. Es fundamental seguir entrenando, reforzando y repasando las rutinas para fortalecer la memoria del gato”, comenta Andréi Sánchez.La paciencia es clave: el gato es un animal de costumbres, que no tolera bien el rechazo o el castigo físico o verbal. El dueño debe ser paciente y corregir con cariño con el fin de evitar la frustración tanto del gato como del tutor.

Finalmente, recuerde que el gato es el rey del hogar y que su comportamiento viene dado tanto por su instinto felino, como por el proceso evolutivo que ha desarrollado a lo largo del tiempo que ha permanecido con el ser humano.

Por Gabriel Garcia, veterinario

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