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‘Allá me dejaron morir a mi hijo’: el drama de la madre del cadete fallecido en Bogotá

‘Allá me dejaron morir a mi hijo’: el drama de la madre del cadete fallecido en Bogotá

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“Nosotros fuimos los dos domingos que estuvo mi hijo allá, aparte de este que ya me lo entregaron en ese ataúd”, dijo con rabia y dolor Leidys Johanna Vásquez Echeverría, la mamá de Cristopher Blanco, el cadete quien murió por un virus respiratorio en la Escuela Militar José María Córdova. Para la madre, la muerte de su primogénito de 18 años resultó tan inesperada como inexplicable.. (Le puede interesar: Este fue el brote que se presume incidió en muerte de cadete de la José María Córdova).. Influenza en Bogotá: las 3 recomendaciones clave que hizo la Secretaría de Salud. VPH: virus de papiloma humano aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular en mujeres. Cadete de la Escuela Militar murió por un cuadro de neumonía aguda: Ejército. El pasado sábado 3 de febrero es una fecha que se repite en bucle en la cabeza de Leidys. La mujer, de 37 años, intenta hacer memoria para comprender en qué momento Cristopher se agravó tanto y cómo “una falta de respiración” se llevó a su hijo en tan solo tres horas. Ese fue el tiempo entre la primera llamada que le hizo el Ejército dándole novedades sobre la salud de Cristopher y la corta comunicación que le hicieron minutos después, anunciándole que el joven, lamentablemente, había fallecido.. Cristopher llevaba apenas 20 días en la Escuela Militar. El joven pertenecía al Batallón número uno de la Compañía Galán e hizo parte de los 268 casos expuestos, sintomáticos y asintomáticos detectados por la Secretaría de Salud Distrital con el brote de Influenza AH3N2 dentro de las instalaciones de la academia.. El 13 de enero fue la fecha cuando el joven llegó a la capital para ingresar a la Escuela. Ese día, según recuerda su madre, también fue el momento cuando Cristopher se marchó de la casa en donde vivió desde los cinco años en Melgar, Tolima, con ella, su padre y sus dos hermanos menores: Yad de Jesús Blanco Vásquez, de 14 años, y Evolet Sofía Blanco Vásquez, de 10 años.. Escuela Militar José María Córdova.. Foto:. Escuela Militar José María Córdova. Mi hijo era un joven excepcional y buen compañero. FACEBOOK. TWITTER. Cristopher y su familia son oriundos de Sabanalarga, Atlántico, municipio donde fue enterrado el pasado miércoles 7 de febrero.. “Mi hijo era un joven excepcional y buen compañero. Es buen hijo, buen estudiante, o sea, las palabras hacia él sobran”, describió su madre, hablando entre el presente y pasado. Contó que Cristopher se había graduado del colegio en el 2022 y que, tan pronto salió, se negaba a seguir los pasos de su papá en el Ejército.. Ella le había estado insistiendo que entrara a la academia en los últimos años de bachillerato con el fin de que tuviera de referente a su padre, Rosemberth Blanco, quien es parte de la Fuerza Militar y se desempeña como un soldado activo de aviación.. No obstante, el sueño de Cristopher era ser físico, le encantaba la matemática. Pero, si no se podía por cuestiones económicas, se inclinaba a ser piloto en la Fuerza Aérea. A pesar de ir contrario a su decisión, Leidys siempre lo apoyó.. (En contexto: Influenza en la Escuela Militar: autoridades están monitoreando la situación).. Christopher Blanco, oriundo de Sabanlarga (Atlántico), había ingresado hace tan solo 20 días atrás a la escuela de cadetes José María Córdova.. Foto:. Archivo particular. Durante el 2023 el joven empezó con el proceso y, cuando llegaron las inscripciones a la Fuerza, no dudó en intentarlo. “Pasó todos sus exámenes, pero no pudo ingresar porque le salió una frecuencia baja en el oído derecho y eso le afectaba”, explicó su mamá.. Por ello, más allá de la desilusión, empezó a ver como opción nuevamente a la escuela de oficiales. El plan diseñado por el joven era que, cuando terminara, le quedaba más fácil meterse al área de la aviación. Cristopher recién cumplía los 18 años.. En los meses en los que realizaba las decenas de pruebas físicas y exámenes que le exigieron para entrar, Cristopher empezó con una rutina física para prepararse. Salía a correr todas las mañanas, nadaba en algunas tardes y en las noches iba al gimnasio.. “Ese año fue haciendo papeleo y exámenes. Todo lo pasó mi hijo de forma excelente porque era un muchacho muy sano. Si hubiese tenido algún problema, no iba entrar a la Escuela. Ellos no se iban a encartar”, aclaró su madre sobre las especulaciones de que la gravedad de la enfermedad del joven se debía a alguna posible comorbilidad o enfermedad extra que padeciese.. (También: Confirman brote de influenza en Escuela Militar tras muerte de cadete; anuncian medidas).. ‘La única llamada que yo recibí para decirme que mi hijo estaba enfermo fue el sábado cuando ya falleció’. Ellos tenían esa responsabilidad desde que ingresó a la escuela, tenga o no tenga el seguro de su papá. FACEBOOK. TWITTER. Cada ocho días desde el momento de su ingreso a la Escuela Militar, su madre viajaba durante tres horas desde Melgar hasta Bogotá y lo visitaba. Según lo veía, él estaba bien o así era hasta el segundo domingo, el 28 de enero de 2024. Ese día tenía un poco de congestión nasal; pero -de acuerdo con Leidys- no era nada para alarmarse.. “No te preocupes mamá, amanecí así ayer”, esa fue la explicación que le dio el joven cuando la mujer le preguntó cómo se sentía. Ella, además, había identificado que algunos de los muchachos estaban un poco “engripados”, pero pensó que se trataba del cambio de clima o el “cansancio por el trasnocho”.. Después de eso, ni su hijo ni nadie de la Escuela le informaron que podría haber complicaciones. Fue la novia de Cristopher quien le comentó que el martes tuvo que ir al dispensario militar porque tenía mareos y vomito, allí lo atendieron y le recetaron acetaminofén, diclofenaco y cetirizina.. Se debe resaltar que el joven no se pudo medicar inmediatamente porque, según le notificaron, ya no contaba con un sistema de salud por cumplir la mayoría de edad. “Ellos tenían esa responsabilidad desde que ingresó a la escuela, tenga o no tenga el seguro de su papá. Y si no, lo más lógico era informarme que yo debía comprarlos”, expresó.. Su madre le insistió que ella los iba a pagar, por lo que el miércoles en la noche una compañera le prestó dinero y le compró, por fin, lo recetado. “Él nunca me dijo: ‘Mamá, me siento mal’. No, nunca me lo dijo”, contó.. Todas las mañanas apenas se despertaba le preguntaba cómo estaba, pero no parecía que su ‘gripa’ avanzara o empeorara. El día jueves logró hablar con él por videollamada y noto que estaba “un poco afónico”.. (Le recomendamos leer: La historia detrás del cadete de la Escuela José María Córdova que murió por virus).. Si a ellos de pronto les molestaba atender a mi hijo, me hubiera informado a mí. Allá me lo dejaron morir. FACEBOOK. TWITTER. Cristopher le explicó que el miércoles había hecho una prueba física en donde “el agua le cayó mal” y amaneció con la garganta inflamada. Tanto que había escupido secreciones con sangre en dos ocasiones. Sin embargo, él le repetía que estaba bien y que los medicamentos lo hacían sentir aliviado.. Ese jueves, primero de febrero, fue el último día que tuvo actualizaciones de su salud hasta el día de su muerte. “Nunca me imaginé que mi hijo estuviera presentando alguna anomalía para que hoy ya no estuviera con nosotros”, comentó Leidys con tristeza.. La impotencia de la madre se dirige a quienes estaban a cargo del muchacho en ese momento. “Si a ellos de pronto les molestaba atender a mi hijo, me hubiera informado a mí. Allá me lo dejaron morir”, culpó a los funcionarios.. ‘En menos de tres horas ya no pude ver a mi hijo’: el día de su muerte. ¿Por qué esperaron a que mi hijo se agravara así para llevarlo al hospital?. FACEBOOK. TWITTER. El 3 de enero, sobre las 7:00 p. m., mientras estaban en su hogar, le llegó una llamada a su esposo. Era algún funcionario de la Escuela, este le dijo que habían llevado a Cristopher a urgencias del Hospital Militar de Bogotá y que, por favor, se trasladen a la capital. Sin pensarlo y sin preguntar más, salieron de inmediato.. “De una vez nos fuimos. No pasaron más de tres horas, es más, no había ni llegado al terminal del sur cuando nuevamente nos volvieron a llamar a decir que mi hijo ya había fallecido”, recordó el momento.. La noticia la tomó desprevenida: “El niño había muerto”. El hecho la dejó con miles de preguntas en su cabeza: “¿Desde cuándo estaba tan mal?, ¿por qué esperaron a que mi hijo se agravara así para llevarlo al hospital?, ¿cómo es que en un transcurso de tres horas yo ya no pude volver a ver a mi hijo?”. Fue trasladado a urgencias en el Hospital Militar Central de Bogotá.. Foto:. Abel Cárdenas / EL TIEMPO. Todo le daba vueltas, las preguntas y el dolor la invadieron y, de repente, quedó en negro. Leidys perdió el conocimiento.. “Yo llegué con ansías de verlo, pero me comunicaron que ya no podía porque ya lo tenían en la morgue”, dijo. Se encontró de nuevo con él hasta el día siguiente a las 3 de la tarde en la funeraria.. La doctora le informó que la causa de la muerte del cadete fue una neumonía provocada por el virus de la Influenza. Nadie le dio más razón. De hecho, hasta el momento, no le han entregado el acta de defunción, sus estados médicos o alguna información extra.. ‘Es un dolor demasiado grande’: el camino hacía su hogar. Escuela Militar José María Córdova. Foto:. Tomado del usuario de Facebook Katha Gonzáles. “Yo no culpo al Ejército de nada. El Ejército no, pero a las personas que fueron descuidadas con la salud de mi hijo, a las personas que estaban a cargo de él en ese momento, sí”, declaró Vásquez con dolor y recalcó que “debían estar más pendientes”.. Leidys trasladó a su hijo por carretera por 1.177 kilómetros durante más de 20 horas de viaje. Partieron desde Bogotá y pararon en Melgar, en donde, ese mismo domingo, lo velaron en compañía de parte de su familia.. Al día siguiente salieron hacía Sabanalarga, en donde se tenía planeado enterrar al joven en el Cementerio Municipal. Llegaron el martes a la casa de su suegra y allí se quedó con su hijo una noche más. Entre pésames y honores militares se recordaba la vida de Cristopher Blanco.. El miércoles, 7 de febrero, comandantes, coroneles y generales de diferentes instituciones militares cargaron el féretro de su hijo en medio de una marcha ambientada por una banda de la Naval, según lo narra Vásquez.. “Es un dolor demasiado grande el que yo he sentido en este proceso. Eso sí, muchos honores a mi hijo, demasiados y hermosos. Pero eran honores que me hubiese gustado que él viera”, concluye.. ¿Cómo va el brote de influenza dentro de la Escuela Militar?. La Secretaría Distrital de Salud le actualizó a EL TIEMPO que, a corte del 8 de febrero de 2024, el brote de Infección Respiratoria Aguda Grave (Irag) en la Escuela Militar de Cadetes General José María Córdova, registra 105 casos sintomáticos.. De estos, aún continúan dos pacientes hospitalizados y uno en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Hasta el momento, se indicó que hay 49 casos recuperados de la Influenza AH3N2 y que dentro de la academia, existen 52 casos activos y en aislamiento.. Un vocero de la Escuela Militar le confirmó a EL TIEMPO que las clases no se han cancelado y que se ha continuado en virtualidad.. Laura Nathalia Quintero Ariza. Redacción Últimas Noticias.. Lea más noticias…. Así ocurrió la desaparición del niño Dilan Santiago, en Usme: familiares piden apoyo. Consumo de tabaco disminuye en el mundo, mientras el ‘vapeo’ se abre paso. Primera dama Verónica Alcocer ya está en Barranquilla para participar del Carnaval

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