Después 30 meses de obras fue terminado el nuevo puente de Chirajara, en la vía que comunica a Bogotá y Villavicencio. Se trata de un proyecto complejo que exigió la estabilización de laderas y trabajos hidráulicos.
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Según Coviandes, empresa que construyó el viaducto, dicha obra fue finalizada en diciembre pasado de manera anticipada. El cronograma indicaba que esta estructura debía estar lista en febrero próximo.
El nuevo puente se encuentra en el sector comprendido entre El Tablón, en el municipio de Cáqueza, y Chirajara, en Guayabetal (Cundinamarca), y reemplaza al que se desplomó a mediados de enero de 2018 como consecuencia, según los estudios técnicos, de un error en el diseño de la estructura. En ese siniestro fallecieron nueve personas que trabajaban en la obra.
Es por eso que la empresa constructora indicó que este puente “marca el fin de una trágica historia que lo antecede” y se erige como homenaje a esas personas.
Pero también refleja su compromiso y el de sus accionistas, “que va más allá de lo contractual, con los usuarios de este corredor, la ANI, los Llanos Orientales y el país”.
La estructura, que superó las pruebas de carga, pasa sobre la quebrada del mismo nombre, paralela a un antiguo puente curvo. Tiene una longitud de 421,2 m, compuesto por tres luces: de 114,6 m, 192 m y 114,6 m (ver gráfico). Es de tipología viga-cajón y se construyó con el sistema de voladizos sucesivos.
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El proyecto se concretó en junio de 2021 con la no objeción de los diseños por parte de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), cuya actividad estuvo a cargo de una firma especializada en ese sistema de viaductos. Además, contó con la participación de una auditoría independiente y el concepto favorable de la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI).
La vía al Llano, como también se conoce a este corredor vial, está dividida en tres tramos o tercios. El primero, entre Bogotá y el sitio El Tablón; el segundo, entre El Tablón y Chirajara y fue construido por Coviandes, y el tercero, entre Chirajara y Fundadores, en Villavicencio, y fue ejecutado por Coviandina, que además opera toda la carretera.
El proyecto costó 96.000 millones de pesos, incluyendo diseño y construcción, y Coviandes destaca que el 100 por ciento de esa inversión fue aportado por los accionistas de la empresa EPC de Coviandes (Coninvial SAS) y que en la obra “no se comprometió dinero del Presupuesto Nacional”.(Le puede interesar: Atención: tras un acuerdo, las comunidades reabren la vía al Llano)
No obstante, y dada la imposibilidad de entregar el puente dentro del plazo inicialmente pactado en el contrato, la constructora realizó dos compensaciones a la ANI. La primera ascendió a 8.353’716.795 pesos y la segunda fue de 8.558’579.250 pesos.
Puente Chirajara.
Coviandes
De esta manera, ya superada en forma óptima la prueba de carga, finalizan así las obras determinadas en el Adicional 1 al Contrato de Concesión 444 de 1994, suscrito entre la ANI y Coviandes
Adicionalmente, Coviandes precisó que había asumido los costos de la interventoría de diseño y construcción, pagando a la agencia la suma de 7.747’288.225 pesos.
“De esta manera, ya superada en forma óptima la prueba de carga, finalizan así las obras determinadas en el Adicional 1 al Contrato de Concesión 444 de 1994, suscrito entre la ANI y Coviandes”, agregó.
Y si bien el viaducto fue terminado y cumplió con todas las pruebas, la entrada en operación tomará más tiempo. Dependerá de las obras de reparación de un túnel y un puente que resultaron afectados durante la ola invernal de 2018.
Coviandes precisó que un laudo arbitral del pasado 10 de noviembre resolvió que es responsabilidad de la ANI restablecer el servicio de la calzada en el sector de la carretera Chirajara-Quebrada Blanca.
En el laudo fueron resueltas las controversias entre la agencia y Coviandes sobre los deslizamientos ocurridos en 2018 en el km 58, en zona de Guayabetal, los cuales causaron daños en el túnel 13 y el puente 1, sobre la quebrada Seca. En ese sector hay cinco túneles y varios puentes, en sentido Villavicencio-Bogotá, que, por ahora, no podrán operar.
En efecto, Coviandes señaló que ha estado atento a las directrices de la agencia encaminadas a lograr una solución que permita, en el corto plazo, la puesta en servicio del nuevo puente y los cinco túneles que hacen parte de esta conexión.
La ANI le dijo a EL TIEMPO que por las afectaciones presentadas entre 2018 y 2019 se realizaron intervenciones, con excepción del túnel 13 y el puente 1, y que un tribunal de arbitramento consideró que “la afectación de esta infraestructura no era atribuible a la sociedad concesionaria sino a las condiciones hidrológicas del terreno”. Agregó que con el Ministerio de Trasporte adelantan la revisión de los estudios y diseños fase 2 suministrados por Coviandes.
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El nuevo puente de Chirajara fue construido paralelo a un antiguo viaducto curvo, sobre la misma quebrada, y se encuentra en la calzada en sentido Villavicencio Bogotá.
Coviandes
Frente a las labores que se adelantan para restablecer el tránsito en el túnel de Quebrada Blanca, afectado por el siniestro de un tractocamión, la ANI indicó que una vez retirado el vehículo, un equipo especializado del concesionario de la vía continúa con la revisión del estado de dicha infraestructura, “para obtener un diagnóstico definitivo” que permita definir las actividades requeridas para la puesta en operación de manera segura para los usuarios. “Mientras esto se lleva a cabo, se mantendrán las restricciones de movilidad por el corredor, según el plan de contingencia operativa definido por el PMU”.
*Coviandes y Coviandina hacen parte del grupo empresarial que controla a la sociedad Casa Editorial EL TIEMPO.
GUILLERMO REINOSO RODRÍGUEZEditor de BogotáREDACCIÓN EL TIEMPO
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